Lo siento por los inconvenientes ocasionados.
Busca de nuevo lo que estás buscando
Busca de nuevo lo que estás buscando
Las cremas hidratantes son productos dermocosméticos que ayudan a mantener el equilibrio de humedad en nuestra piel bien evitando que ésta se evapore. Contienen sustancias activas como sales, vitaminas, minerales… que actúan en las capas más profundas de la piel.
Como hemos comentado, la función principal de las cremas hidratantes es la de mantener el agua en el interior de nuestra piel y funcionan, principalmente, de tres modos:
Siempre es un buen momento para utilizar la crema hidratante, pero cuando se obtienen los mejores resultados, ya que se aprovecha todo el poder hidratante, es cuando se aplica por las mañanas después de la ducha.
Se trata de un momento ideal porque el agua tibia abre los poros lo que facilitará, sin duda, a que la piel la absorba más rápido. ¡Recuerda que la crema hidratante debe de aplicarse antes que el protector solar!
La crema hidratante es necesaria y aceptada por todo tipo de pieles. Lo que sí se debe de considerar es qué tipo de crema utilizar en función del tipo de piel (piel normal, piel seca, piel grasa y piel mixta).
Las pieles grasas son fácilmente identificables. Suelen caracterizarse por presentar un aspecto amarillento, con multitud de puntos negros y mucho brillo especialmente en la zona de la frente, nariz y mentón. Las pieles grasas producen una mayor cantidad de grasa de lo normal y puede deberse a motivos genéticos u hormonales, por emplear tratamientos cosméticos no adecuados o, simplemente, por estar sucia.
Además, acostumbran a acumular mayor cantidad de acné y puntos negros. Como contrapartida y gracias al tipo de hidratación natural que poseen las personas con este tipo de pieles, suelen tener menos arrugas.
Las cremas antiedad son aquellas cremas hidratantes específicamente destinadas a combatir los distintos signos de la edad como arrugas, manchas o bolsas de ojos ya sea frenándolos, disimulándolos o previniéndolos; dotando a las pieles de una mayor elasticidad, hidratación y luminosidad en general. Son el complemento necesario para mantener una piel firme, lisa y sin perder elasticidad. Es conveniente que sepas elegir bien porque a cada edad y tipo de piel corresponderá una crema específica. No en vano, este tipo de productos pueden ayudar mucho si se utilizan bien.
Acostumbran a incluir elementos antioxidantes y protección solar como colágeno, ácido hialurónico, retinol y proteínas antienvejecimiento mejorando la hidratación general del cutis. El abanico de posibilidades es amplio.
Se puede optar por una crema antiedad clásica, un sérum, cremas de noche, cremas reparadoras, concentrados, reafirmantes, aceites o gel regulador. Con estos productos se coneguirá rejuvenecer el rostro con garantías y quitarse varios años de encima.